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Unidad y Combate. Clemencia Lucena y los trabajadores del arte revolucionario. Arte, agitación y propaganda en el Frente Cultural del MOIR
A partir de una investigación que inició en torno al trabajo artístico y crítico de la artista y militante del MOIR Clemencia Lucena (1945-1983), esta exposición presenta una selección de la diversa producción del Frente Cultural del MOIR, del que Lucena hizo parte, y que involucró también a músicos, teatreros y activistas culturales que comprendieron la importancia de las manifestaciones artísticas para la agitación y propaganda política del partido durante la década de 1970. Como una interpretación museográfica, la exposición integra materiales reproducidos a partir de documentos fotográficos y propone actividades que contextualizan las prácticas culturales moiristas de esa época. Esta reescenificación intenta comprender cómo un grupo de artistas, en un momento de gran agitación social, comprometieron y asumieron la producción artística y cultural como vehículos de imaginación y transformación política. Clemencia Lucena (Manizales, 1945- Cali, 1983) fue una artista que participó activamente en el campo artístico colombiano con un trabajo visual y una producción literaria crítica y política durante una larga década (1967-1983). Su obra apuntaló en un primer periodo una obra de crítica social con perspectiva feminista, y luego, con su militancia en el partido político de tendencia maoísta Movimiento Obrero Independiente Revolucionario (MOIR), emprendió una producción visual relativa a las acciones partidarias y por lo mismo con un claro carácter de agitación y propaganda. En ambos momentos es posible identificar una comprensión de la condición performativa de las imágenes y el entendimiento de la potencia que tiene el arte y la visualidad en la transmisión ideológica.
A partir de esta hipótesis, desarrollamos una investigación con la que fuimos comprendiendo la diversa y amplia producción del Frente Cultural del MOIR, una organización cultural común en algunos partidos y sectores políticos en la década de 1970, que involucró no solo a las artes plásticas, sino también al teatro, la literatura y la música. Sus militantes fueron obreros, campesinos y sindicalistas de muchas regiones de Colombia, pero con el movimiento estudiantil de 1971, muchos jóvenes universitarios se sumaron al MOIR y a la par de participar de grupos de estudio y formación política, asumieron la imagen, el arte y las performatividades musicales y teatrales como herramientas fundamentales para el proceso de lucha ideológica. En consecuencia, conformaron redes de trabajo colectivo en diferentes ciudades, con las que fue frecuente la producción de materiales o actividades de propaganda en diversos formatos y técnicas que circularon o se reprodujeron con múltiples destinos. Una parte, transitó en eventos tradicionales del campo de las artes plásticas, de la música y el teatro, pero otra, determinada por la serialidad y gran escala y la inmersión social, se insertó en la calle y en espacios públicos como actividades de movilización y agitación. Los contenidos de esta producción fueron relativos a la ideología de partido, y dieron prioridad a la representación de los triunfos y luchas de la clase obrera y campesina colombiana, al interpretar el carácter realista y popular estimulados por la Revolución Cultural China.
Como una interpretación museográfica, esta exposición integra principalmente materiales reelaborados a partir de documentos fotográficos hallados en la investigación y propone actividades que contextualizan las prácticas culturales moiristas de esa época. Esta reescenificación intenta comprender cómo un grupo de artistas, en un momento de gran agitación social, comprometieron y asumieron la producción artística y cultural como vehículos de imaginación y transformación política. -
Con Wilson … dos décadas vulnerables, locales y visuales
Con Wilson… dos décadas vulnerables, locales y visuales* es una muestra antológica sobre la trayectoria artística de Wilson Díaz, quien desde hace más de veinticinco años ha participado activamente del campo artístico colombiano. Díaz (Pitalito, 1963) pertenece a una generación de artistas que en la década de 1990 dirigió su mirada hacia la cultura popular, las imágenes que circulan en los medios de comunicación, el cine, la televisión, las publicaciones comerciales y de entretenimiento, e incluso refiere prácticas musicales propias de la cultura popular colombiana. Tales relaciones con la cultura visual corresponden con el lugar que Wilson ha dado a su experiencia visual en sus procesos creativos individuales y colectivos, deudores de la superabundancia de producción visual incrementada amplia y popularmente desde los años setenta. La trayectoria creativa de Wilson se da en simultáneo a algunos acontecimientos que cambiaron el rumbo de los colombianos al final del siglo XX, entre ellos, la apertura económica y la entrada del neoliberalismo, el “proceso 8.000”, nombre con que se conocieron las investigaciones judiciales por la filtración de dineros del narcotráfico a una de las campañas presidenciales de 1994, la crisis de la institucionalidad política y la crisis económica generada por estas situaciones y por el desmantelamiento de las grandes redes del narcotráfico. Estos hechos tuvieron un impacto en el campo artístico de ese momento: la crisis económica de final de la década de 1990 incidió incluso en la dinámica del mercado del arte, la institucionalidad política perdió legitimidad al tiempo que las instituciones artísticas fueron confrontadas, y algunos artistas agenciaron sus propios espacios “alternativos” y auto- gestionados. Estas situaciones de trance permitieron que la hegemonía de la pintura de corte neoexpresionista, vigente durante la década anterior, cediera ante una diversidad de propuestas conceptualistas que involucraron materiales reales y con ello otras manera de relacionarse con el público. La obra de Wilson participó de esa coyuntura hacia la experimentación en campos, medios y procesos como se manifiesta en varias series de trabajos e instalaciones reunidas en esta exposición. Esta curaduría esta conformada por un conjunto que involucra varias instalaciones, series y exposiciones realizadas por Wilson desde 1988 y agrupadas en dos grandes momentos creativos: la sala sur reune trabajos realizados hasta 1997 y caracterizados por su gusto hacia la imagen pintórica como un lenguaje o proceso capaz de recrear su autobiografía y experiencia personal; tal carácter introspectivo no descartó la opción de apropiar imágenes de la cultura popular a traves de pinturas, ensamblajes y collages (Motivos para posar, 1988 y 1991; Wilson Díaz se vende, 1992; Saltando Matones, 1997; Tierra Caliente, 1997), o desbordar a otros medios como el performace y la instalación (Sobre la superficie, 1994; Sin título, 1996; No salgas al jardín, 1995). Otro grupo de trabajos dispuestos en la sala norte corresponde a un desarrollo creativo donde se manifiestan preocupaciones colectivas sobre problemáticas sociales, económicas y políticas que han permeado fuertemente a la sociedad colombiana en las últimas dos décadas: la precariedad y la economía del ‘rebusque’ que se vive en Colombia (Fallas de Origen, 1997/98), la desoladora experiencia urbana en algunas ciudades colombianas (Ciudad Fantasma, 1999), la debilidad de la institucionalidad artística (Retrospectiva, 1998) la invisibilidad del conflicto armado (Long live new flesh, 2002 e Institucional, 2008), la representación histórica y coyuntural de la planta de coca (The movement of liberation of the coca plant, 2008-2009) y las relaciones entre el campo artístico, la industria cultural y la ideología (Sin título, 2001 y La flor caduca de la hermosura de su gloria, 2011). Este conjunto propone un repertorio visual con el que, además de seguir los intereses y procesos creativos de Wilson, es posible rastrear dispositivos visuales que han participado en prácticas y formas de imaginación y representación sobre conyunturas manifiestas en nuestro contexto y vigentes en la cultura visual colombiana. -
Antipode Project: redrawing the economy, Fase I
Se exhiben fotografías de tres ensamblajes in situ y algunos de sus detalles. La manifestación de cada ensamblaje es representada con elementos extraidos de su entorno, logrando con ello una expresión artística ingenua y real de los acontecimientos adversos que sus creadores-activistas afrontan en sus apuestas cotidianas por construir economías comunitarias en territorios rurales de Colombia, todavía marcados por el conflicto armado. Los materiales esamblados fueron seleccionados por los niños y las niñas del lugar. -
Nyia [Oro]
Instalación interactiva inmersiva, creada específicamente para el Laboratorio de Investigación AlloSphere, en la Universidad de California en Santa Bárbara (UCSB), Estados Unidos. Su narrativa es propia en las Artes Electrónicas y por Computador.
A través de elementos sonoros y visuales estereoscópicos 3D y 360º, busca generar una reflexión acerca del valor del oro como algo espiritual que daban las culturas ancestrales del territorio que hoy es Colombia, y el valor material que las culturas occidentales le han dado y que ha generado tanta violencia y destrucción. Esta obra es resultado del proyecto de creación "Oro", del Grupo de Investigaciones Musicales del Departamento de Música de la Pontificia Universidad Javeriana -
Copistas
Esta acción cuestiona las formas en las que las víctimas de la violencia dan sus testimonios. En esta obra participaron Maritza Buitrago, Yovana Sáenz y Gladys Aristizábal (las tres han sido desplazadas por la violencia de sus hogares y se han radicado en Bogotá).
Esta obra requiere de un montaje espacial donde las paredes están cubiertas de documentos relacionados con el registro de víctimas, partes de la ley de víctimas 1448 del 2011 y un formato de enajenación de tierras; las mujeres que desarrollaban la acción se sientan en escritorios independientes cerca de las paredes. El público toma uno de los formatos y (uno a uno) se sienta con una de ellas para que le hagan una copia del documento, mientras ella relata una historia donde se devela que ha sido desplazada de un espacio a raíz de la violencia. Estas conversaciones se desarrollaban sin registro audiovisual cercano, por lo que solo las dos personas sosteniendo el diálogo lo conocen de primera mano. -
En la ventana
Miles de mujeres han sido víctimas del conflicto armado en Colombia en las últimas décadas. Dentro de ellas, y a pesar de haber sufrido múltiples formas de violencia, algunas han decidido dedicarse a defender los derechos de otras mujeres con el fin de demandar la restitución de sus derechos y reparar, de algún modo, los distintos quiebres producidos en su vida. Esta decisión, lejos de alejarlas del conflicto, las ha vuelto mucho más vulnerables y las ha convertido en objeto de nuevas formas de violencia. Esta video instalación explora una de estas formas de agresión que parece haberse naturalizado en nuestra sociedad: la violencia retórica del lenguaje -
Artefacto sonoro Q-MZL
El artefacto sonoro Q-MZL, parte de una experiencia sonora inmersiva e interactiva, propone la escucha atenta como posibilitadora de reflexiones críticas en torno a la contaminación de la quebrada Manizales en el departamento de Caldas, Colombia y le apunta a descubrir la belleza y riqueza de su paisaje sonoro, en contraste con el deterioro de su paisaje visual. Esta instalación es resultado del proyecto de investigación-creación CON-TRASTE-SONORO, apoyado por la Vicerrectoría de Investigación. -
CON-TRASTE-SONORO
Artefacto sonoro inmersivo instalado en el andén de la carrera 7 con calle 40 en Bogotá Colombia; está realizado a partir del registro y mezcla de diversos paisajes sonoros de los cerros que bordean a esta ciudad por el oriente y le permite a los peatones interactuar con esos sonidos y modificarlos a partir del movimiento del cuerpo, para motivar la práctica de otros modos de percibir el entorno sonoro cotidiano y de esta forma promover la escucha atenta de estas montañas, para posibilitar reflexiones críticas acerca del contraste con la producción sonora de la ciudad.